
SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Desde los inicios del XX, la migración haitiana ha proporcionado por mucho tiempo mano de obra sobre explotada en plantaciones de azúcar ‒públicas y privadas. El despegue económico de la República Dominicana después de una veintena de años, mientras que Haití se sumía en la crisis, acentuó un flujo migratorio hacia la República vecina, sobre todo, desde el terremoto que devastó a Haití en enero de 2010. En octubre de 1937, el dictador dominicano Rafael Trujillo ordenó la masacre de más de 15,000 haitianos negros inmigrantes para “blanquear la raza”.